lunes, 18 de abril de 2016

Semana temática 2016: Traduciendo "No soy un libro" (escrito por María Elena Szilágyi Chebi)


Este año con mis colegas Judit Horváth (profesora de húngaro) y David Martos Bertelli (lector de español) y un grupo de siete estudiantes (de las clases 9 D, 9 A y 10 A), comenzamos a traducir al húngaro el primer capítulo de la novela “No soy un libro” del autor contemporáneo español José María Merino, en el marco de la “semana temática”.


 Este proyecto tuvo 3 días de duración, el objetivo era despertar el interés de los alumnos hacia la traducción literaria y, a la vez, fomentar la lectura de la literatura española, especialmente de la narrativa hispánica contemporánea.   Al momento de elegir una obra para traducir, decidí buscar entre las obras que habían recibido el Premio Nacional de Literatura Juvenil e Infantil en España. Rápidamente me llamó la atención “No soy un libro”, desde el comienzo sentí que ése era el lenguaje que necesitaban profundizar nuestros alumnos en su lengua materna. La única dificultad que tuve al respecto de la obra es que en Hungría apenas se puede acceder al libro. Por suerte, a través del Instituto Cervantes de Budapest pudimos tener acceso al e-book, y a partir de éste ya pudimos trabajar en la traducción. El primer día (5 de marzo) comenzó con una introducción a la traducción literaria a cargo de la profesora Judit y al respecto los alumnos tuvieron que elaborar algunas tareas. Ese mismo día llegaron de Balatonfüred dos invitados a nuestro instituto: Péter Rácz (presidente de La Fundación de la Casa Húngara del Traductor de Balatonfüred) y Tünde Mészáros, traductora literaria profesional, miembro de MEGY (Asociación de Traductores Literarios). Esta charla informal resultó sumamente productiva, ya que los participantes tuvieron la oportunidad de esclarecer por ejemplo qué  hay que saber para llegar a ser un traductor literario o de qué vive un traductor literario. 
Nuestros invitados se sintieron reconfortados por la cálida acogida, el entusiasmo y el interés que 
pusieron todos. 
El segundo día (21 de marzo) viajamos a Balatonfüred a la Casa Húngara del Traductor, y ahí trabajaron todos en grupos de dos, de forma diferenciada de acuerdo el nivel. David trabajó con Alejandro (un estudiante cubano recientemente llegado a Hungría, de la clase 9 A).


 Tradujeron otra obra de escritor húngaro contemporáneo, Lackfi János, titulada “Füled bokáig”. Los demás trabajaron en parejas en el texto de José María Merino y al día siguiente (22 de marzo), ya de regreso en el instituto, se procedió a la corrección estilística de las tres versiones en húngaro de dicho texto. Resultó particularmente interesante cómo un mismo fragmento podía ser traducido de tan diferentes maneras. También hicimos hincapié en una lectura fluida de los textos en ambos idiomas. Hacia el final del proyecto invitamos a otros profesores más, para que escucharan la lectura del “producto” final.  

El proyecto llegó a su fin, pero la posibilidad de continuar leyendo y traduciendo queda abierta, así como también la posibilidad de visitar esta casa de Balatonfüred en otra oportunidad, y también la posibilidad de acceder a becas de traducción en un futuro para realizar un trabajo concreto. 


María Elena Szilágyi Chebi.                                                                              3 de abril de 2016

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