El pasado viernes y sábado 24 alumnos de la sección española viajaron a Szeget para participar del Encuentro de Institutos Bilingües en Español o ENIBE. A continuación el profesor de español David Bertelli nos explica en forma de crónica su experiencia durante el certamen de teatro que se celebró el viernes
Crónica de mi primer (espero que no último) ENIBE.
Allá por Septiembre una encantadora señora me llamó desde Budapest para ofrecerme trabajar en el Vetesi Albert Gimnázium de Veszprém, Hungría, como profesor de Español.
Dentro de mis labores tenía que desempeñar la figura de Director de una obra de teatro, lo cual me acojonaba un poco porque mi último contacto con el teatro fue allá por 2001 cuando cursaba COU en el Instituto Fray Ignacio Barrachina en mi querido Ibi, Alicante, representando "Melocotón en Almíbar" de Miguel Mihura; en dicha obra dirigida por Rosa Pujante, a la que recuerdo con mucho cariño y quiero agradecer públicamente todo lo que aprendí de ella (no sólo en clase de Geografía e Historia) y el gran esfuerzo que hacía, representaba a “Suárez” el jefe de la banda de atracadores.
Así que con estos antecedentes llegué a Veszprém con la ilusión de tener que hacer algo tan bonito como representar una obra de teatro en tu idioma, pero con la responsabilidad, y por qué no decirlo el miedo, de tener que hacerlo bien puesto que el ENIBE para todos los chavales y para el Instituto es muy importante.
Tras calmarme bastante el hecho de que la obra no tenía que durar más de 15 minutos, me puse a “captar” a los estudiantes que querían embarcarse en la obra; tras hacerlo pasamos a intentar realizar Pic-nic, de Arrabal,pero acabé por desechar la idea, ya que eran más de 35 minutos y no había por dónde meterle mano para recortar. Pero, cosas del destino, llegó a mis manos el guión de “Estereo(tipos), obra que Péter Wrhovina alumno de 13A del año pasado había escrito para ir al Concurso Internacional, pero que tuvieron que desechar por no ajustarse a las normas internas. Nada más leerlo supe que tenía ante mí algo muy bueno. Así que tras retocarlo y finalizarlo (el autor clásico que llevo dentro no me deja representar una obra de teatro sin un final moralizante), nos pusimos manos a la obra, pero ya en diciembre.
Así las cosas tras unos primeros ensayos donde cada uno representaba a su estereotipo, empezamos a ensayar la obra. Tengo que confesar que en Enero muy pocos actores se sabían el texto y había faltas de asistencia a los ensayos. Tras una pequeña charla y tras empezar a ensayar dos veces en semana la obra empezó a rodar, pero otra piedra más en el camino tuvimos que saltar, una Tonsillitis de Andor Bruder, que estuvo a punto de obligarle a no venir. (Desde aquí quiero agradecer la disposición e Modori Marci en hacer de Andor). Finalmente, el día de antes, Andor, ya recuperado, pudo venir a los últimos ensayos, nada halagüeños por otra parte.
Y llegamos al día de la representación. Tras salir a las 7:15 de Veszprém, y pasar por Budapest, un accidente en la autovía camino a Szeged nos hizo variar de camino y llegar a la preciosa ciudad húngara a las 12:45, tarde para ensayar, para lo cual sólo tuvimos 5 minutos (de los 20 previamente previstos); aquí, no sé si acertadamente o no, saqué el entrenador que llevo dentro y capeamos la situación de buena manera, recorriendo el escenario y sabiendo cómo colocarnos.
Tras dos discursos en el que se nombró competición y competitividad 4 veces, empezaron las representaciones, de gran nivel; nuestro turno, el último lugar, nos hizo poder ver otras obras, pero no favorecía los nervios, así que decidí sacarlos fuera del teatro, y hablar con ellos con mucha calma y recordando todo lo bien que lo habían hecho y habían venido ensayando.
Y el día D a la hora H, estos grandes chavales se salieron e hicieron una magnífica interpretación de la obra, mejor que nunca, mucho mejor que nunca, haciendo reír al público y transmitiendo el mensaje “Eso de conocerse y ver que siendo diferentes podemos ser buenos compañeros ha molado”
Felicidades chicos, hicisteis un gran papel que se vio recompensado con lo más importante, las risas y el aplauso sincero del público, y así lo entendió el jurado que nos premió con el Mejor Guión, que como he dicho escribió Péter Wrhovina y que yo adapté.
Profesora/Inés-Ágnes Fábián; Rockera/Vanesa- Vanessza Szabó; Matemático/Andreu-Brudor Andor; Músico/Álex-Kornél Reitmesz; Americana/Jennifer-Kitti Szántó; Señor Rosales-Alejandro Rosales (y también ayudante de dirección); Pija/Rebeca-Rebeka Mentes; Hippie/Flor-Kitti Bianka Krámli; Deportista/Marcelo-Marci Kocsis. David Cibeiras, compañero y Técnico de sonido.
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