En
el instituto Vetési Albert Gimnázium tuvimos la oportunidad el
pasado enero de acoger un intercambio educativo con un instituto
español, el IES El Palo, de Málaga. Entre los días 17 y 24 de
enero nuestros alumnos del curso 10A pudieron convivir y compartir
experiencias tanto educativas y culturales como personales. Cada
alumno acogió en su domicilio a un estudiante español y durante una
semana realizaron diferentes programas durante el horario escolar y
posteriormente con sus respectivas familias también pudieron
disfrutar del tiempo libre.
Tras
unas semanas hemos pedido a nuestros alumnos que nos expliquen en qué
consistió el intercambio y qué tipo de actividades realizaron cada
día. Finalmente les pedimos que valoraran en conjunto la experiencia
y que nos explicaran un poco cómo fue convivir con un alumno español
durante una semana.
Los
doce alumnos y dos profesores del instituto IES El Palo llegaron el
Sábado 17 de enero de madrugada a Budapest y tras un viaje en
autobús a Veszprém, todas las familias esperaban a sus respectivos
alumnos. Ese domingo fue un día en el que cada alumno pasó el día
con las familias quienes ofrecieron diferentes programas y
posibilidades a sus invitados. Algunos pasaron el día en el Zoo,
otros visitando el lago Balaton o las cercanías de Veszprém. Por
otra parte algunos profesores de la sección bilingüe decidimos
visitar la ciudad de Budapest con Sebastián y Francisco, los
profesores españoles.
El
lunes varios de nuestros alumnos acompañaron a la delegación
española a visitar Tapolca y Szigliget. Mátyás nos explica
en qué consistió el programa: “El
lunes pasamos la mañana en la maravillosa ciudad de Tapolca y por
la tarde fuimos a “conquistar” el castillo de Szigliget. En
Tapolca nos dimos un paseo en barco por la famosa cueva con aguas
subterráneas.
Después
caminamos por las calles de la ciudad y vimos el lago del molino,
donde había un montón de peces. Allí aprovechamos la fuerza mágica
del lago y pedimos deseos tirando una moneda al fondo del lago.
Comimos en un restaurante muy bueno, subimos al autobús y nos
dirigimos a Szigliget. Allí después de una agotadora subida
descubrimos todos los rincones del castillo. La tarde estuvo llena
de humor y felicidad como los demás días”
El
martes dedicamos el programa a visitar Budapest con los alumnos y
profesores españoles acompañados de varios alumnos húngaros que
hicieron de guía y presentaron algunos de los monumentos y espacios
más emblemáticos de la capital húngara. Barnabás recuerda
así la visita:
“El
martes fuimos a la capital del país, a Budapest. Comenzamos la
visita viendo el castillo de Buda y haciendo muchas fotos.
Más
tarde visitamos la Plaza de los Héroes que es una de las plazas más
importantes de la ciudad. A los españoles les encantó el lugar e
hicieron muchas fotos. Antes de visitar la Plaza vimos la Avenida de
Andrássy y la profesora María Elena nos enseñó los edificios más
importantes que están situados allí.
Por
último fuimos al lugar más bonito e interesante, al Parlamento.
Nuestra guía nos ayudó a pasar por las puertas de control y pudimos
comenzar el paseo por el Parlamento. Primero nos sentamos en una aula
donde algunos políticos consultan y hablan en comisiones.
Allí una
representante del Parlamento nos explicó su trabajo y pudimos
hacerle preguntas. Luego vimos otras partes del Parlamento y pudimos
ver cosas tan interesantes como la “Santa Corona!” o el lugar
donde se reúnen y discuten los representantes del Parlamento.
Fue
un día muy largo y llegamos muy tarde a Veszprém pero los españoles
estaban muy felices por el viaje”
El
miércoles los alumnos españoles pudieron visitar la famosa abadía
benedictina de Tihány y disfrutar de las espectaculares vistas del
lago Balatón pese a la niebla. Luego visitaron la pequeña pero
acogedora ciudad de Papa y pudieron relajarse en su famoso balneario
El
jueves fue un día más tranquilo ya que aprovechamos para visitar
Veszprém. Eszter lo recuerda con ilusión: “Por la mañana
fuimos a patinar sobre hielo. Todos lo pasamos muy bien, fue una
experiencia inolvidable para todos. Hicimos muchísimas fotos.
Después
fuimos a almorzar a un restaurante, donde todos valoraron la comida
que recibieron en casa, porque allí no era tan buena.”
Luca también recuerda que “luego
los españoles tuvieron la posibilidad de ver nuestra ciudad
caminando por los lugares más bonitos, como La Isla de Amor y el
Castillo. El último programa fue la visita del equipo de balonmano
MKB-MVM Veszprém, donde vimos un entrenamiento de los jugadores y
hablamos un poco con el entrenador malagueño, Carlos Ortega.”
El
viernes fue el día que dedicamos a presentar el instituto para que
los alumnos conocieran un poco como es el sistema educativo húngaro.
Para ello participaron en diversas clases y actividades. Aprendieron
a cantar algunas canciones en húngaro y compitieron en un test que
evaluaba sus conocimientos históricos acumulados durante toda la
semana en Hungría. También pudieron escuchar algunas presentaciones
que realizaron los alumnos húngaros sobre temas tan diversos como el
bandolerismo, las festividades más importantes en Hungría, el
deporte húngaro, inventos e inventores húngaros, los bailes
populares o la gastronomía.
Por
la tarde y como despedida organizamos una merienda en el instituto y
una fiesta final con dulces, música y la actuación de un grupo de
baile folklórico en el que participa una de nuestras alumnas:
Rentler Zsófia. Tras unas demostraciones todos participamos
activamente de la fiesta “intentando” aprender algunos pasos
básicos al son de música tradicional húngara.
Finalmente
el Sábado llegó el momento de despedirse entre risas y sollozos;
fue una despedida muy emotiva junto a las familias. La semana ya
había acabado pero para los alumnos el horizonte estaba muy claro:
“¡Nos vemos en Mayo!” “¡No queda tanto...!”. Y así desde
ese Sábado los alumnos del curso 10A esperan con ilusión nuestra
visita a Málaga la primera semana de Mayo para seguir aprendiendo
el español y seguir cultivando esa relación tan especial que el
intercambio les ha aportado.
Desde
entonces muchas reflexiones, anécdotas y valoraciones, aquí podemos
conocer algunas:
Una alumna nos cuenta “Para mí el intecambio fue una experiencia inolvidable. Creo
que es una situación muy rara en los primeros días vivir junto con
una persona que no conoces pero pienso que mi compañera se
acostumbró fácilmente a nuestros hábitos y valoró mucho lo que yo
hacía. He aprendido muchas cosas de ella, no solamente palabras o
expresiones sino experiencias sobre la vida de los españoles. Me
sorprendí del ritmo tan diferente de mi compañera: ¡Siempre tenía
mucha energía!. ¡Tengo muchas ganas de volver a encontrarnos!”
Según otro alumno “Ha sido mi primer intercambio. Tenía un poco de miedo.
Al principio los días fueron más difíciles porque éramos un poco
tímidos. Pero a los dos días ya hablábamos muchísimo. La
convivencia fue más fácil de lo que había pensado. Fue una
experiencia inolvidable” “Algunas cosas me han sorprendido. Los
españoles usan el teléfono más que nosotros y comen muy poco.
Siempre decían que la comida estaba muy buena pero comían poco...”
“Otra cosa que me ha sorprendido es que la mayor parte de los
españoles patinan muy bien sobre hielo... no sé de dónde lo habrán
aprendido...”
Para otro participante en el intercambio ha sido muy importante esta experiencia para ampliar sus horizontes sociales “La convivencia con mi compañera ha estado libre de
preocupaciones porque es una chica muy amable y tranquila. No tuvimos
ningún conflicto y creo que nos llevamos muy bien. He aprendido
mucho sobre la cultura, los hábitos y el modo de vivir de los
españoles. Me gustó mucho su tranquilidad... ha sido muy simpático
ver que no eran ansiosos y que no tenían prisa nunca, sino que
disfrutaban de los programas que habíamos preparado para ellos”
“Me sorprendió y emocionó que el último día parecía que no
querían volver a Málaga: lloraron mucho. Creo que he conseguido
muchos amigos nuevos y ya estoy esperando Mayo, cuando voy a visitar
a estas personas inolvidables a Málaga. Espero que pasemos una
semana tan fantástica como la que ellos han pasado aquí”
Otro alumno defiende que “Mi compañera es sociable y flexible. No tuvimos
problemas con la comunicación pero me extrañaron algunos hábitos
españoles. Aprendí que algunos españoles no se quitan sus zapatos
cuando entran en casa. También tienen una rutina diferente porque se
levantan y se acuestan mucho más tarde que los húngaros. El
instituto empieza más tarde y las tiendas abren más tarde y no
cierran tan temprano como en Hungría. A mi compañera le gustaban
mucho los zumos, y fue sorprendente ver que a la mayoría de
españoles no les gustan las bebidas con gas” “El intercambio fue
algo fantástico, una experiencia increíble y tengo muchas ganas de
visitar a mis amigos españoles en Mayo”
En
definitiva el intercambio ha permitido a nuestros alumnos conocer
diversos aspectos de la cultura y los hábitos españoles además de
permitirles practicar la lengua castellana. También ha sido una
fuente de diversión y de enriquecimiento personal que creo que puede
contribuir a ampliar sus miras y horizontes. Por otra parte también
ha sido una gran experiencia tanto para las familias como los
profesores que hemos podido disfrutar de esta preciosa y provechosa
experiencia.
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