Mayo 2014: Reflexiones sobre el viaje educativo a Barcelona (escrito por David Moretti, clase IXA)

Entre el 2 y el 10 de mayo de 2014 los alumnos de las clases IXA y IXKnyA de nuestra sección tuvieron la oportunidad de viajar por primera vez a España. La ciudad elegida para realizar esta primera estancia en España fue la cosmopolita Barcelona, en Catalunya. Se trataba de un viaje de carácter cultural y educativo, un viaje para conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad condal (Barcelona) y también poder disfrutar del sol, la tranquilidad y la playa de la Costa Brava (Malgrat de Mar). Hasta allí viajaron 33 alumnos y 3 profesores de nuestro instituto y pasaron una semana inolvidable.

 Una vez en Veszprém nuestros alumnos han reflexionado sobre las experiencias y vivencias que les aportaron estos días maravillosos en la soleada España. Aquí podemos ver una muestra de esas reflexiones escritas por los alumnos de nuestra sección:

"El día que nunca voy a olvidar" escrito por David Moretti (IXA)

Nunca olvidaré cuando llegamos a Santa Susana por primera vez. Estaba muy cansado por el largo viaje y solo quería dormir. Cuando vi nuestro hotel me puse muy feliz. Subimos por las escaleras y ocupamos nuestra habitación que era muy confortable.

Descansamos un rato y después nos reunimos delante de la entrada del hotel. Desde allí fuimos a la playa donde algunos de nosotros se bañaron en el mar.

El agua estaba limpia y hacía mucho calor. Después paseamos por Santa Susana con las profesoras y al final volvimos al hotel. Nos cambiamos de ropa y nos preparamos para conquistar la ciudad. Tuvimos tiempo libre hasta las diez de la noche. Antes de salir, fuimos al comedor donde pudimos probar algunos platos de la dieta mediterránea: pescado, aceitunas, ensalada con aceite de oliva, mariscos... ¡Todo estaba fantástico!

Después de comer, salimos para descubrir la ciudad. Aunque sabíamos que íbamos a comer en un bar de tapas durante el viaje no podíamos aguantar más. Con otros dos compañeros encontramos uno de estos bares y entramos. La camarera era muy simpática y guapa (lamentablemente tenía diez años más que yo). Pedimos tres tipos de tapas: patatas bravas, pescaíto frito y calamares a la romana. A mí me gustaron todas, especialmente las bravas, pero a los demás con les gustaron los calamares. En el bar conocimos a otro camarero, a Javier, que era muy simpático. Él no era catalán asi que finalmente pudimos hablar en español. Llegamos al hotel un poco cansados pero muy felices. ¡Nunca voy a olvidar ese día!