viernes, 20 de junio de 2014

Mayo de 2014: Los alumnos del curso XII visitan a sus compañeros de intercambio en Málaga (de jueves a lunes) (Escrito por el curso XII)

En esta "segunda entrega" los alumnos del curso XII nos explican las aventuras  que vivieron durante los últimos días del intercambio en Málaga. Alegría, diversión y emoción; pero también tristeza al despedirse de Málaga son algunas de las sensaciones que podemos encontrar en su "cuaderno de bitácora":

Jueves

El Jueves fuimos al instituto y estuvimos allí hasta las 2. El instituto IES El Palo es grande pero no es muy moderno. Está construido en una  colina que determina su estructura.   Primero nos llevaron a las clases de maquillaje y manicura y nosotros éramos los modelos. Los estudiantes prepararon nuestro maquillaje y uñas. 



 Luego participamos en una clase de educación física. Durante todo ese tiempo jugamos al voleibol  con los españoles al aire libre. El profesor nos alabó por nuestro juego. Disfrutamos mucho la clase pero algunos de nosotros no querían jugar por eso se sentaron en la sombra.

 Al final nosotros también nos unimos a ellos ya que hacía mucho calor y no aguantábamos más sudando y muriendo del ardor. Participamos en una clase que estaba dividida en dos partes con dos profesores. Uno de ellos, que era psicólogo y asesor de los alumnos para su elección profesional , habló sobre el sistema educativo español. Luego lo comparamos con el sistema húngaro. Después de la comparación el psicólogo nos dijo adiós y entró un señor a la sala que nos presentó  la barca de jábega empezando con su historia y acabando con su construcción. Además nos habló sobre el comercio y pesca en Málaga ya que él era miembro de una compañía de pescadores en la ciudad. Para terminar fuimos a una clase de literatura. Aquí pudimos asegurarnos de la gran diferencia entre la educación escolar de España y de Hungría. Hablamos del Teatro del Siglo de Oro español, de algunos personajes de la literatura española. Asimismo aprendimos algunos autores españoles de ahí que la clase fuera útil, interesante y divertida. 
Nos cansamos un poco y después de todas las clases fuimos a la casa de nuestro compañero del intercambio. En casa almorzamos y descansamos un poco, pero ya esperábamos con ganas  que por la tarde fuéramos a la playa para meternos otra vez en el mar. En principio queríamos ver una barca de jábega y quizás navegar un poco también, pero supimos que la estaban pintando y así no pudimos navegar ni verla.
Pero la noche guardaba todavía una sorpresa aunque casi todo el mundo la conocía. Fue un gran placer cuando avistamos a José, nuestro profesor de historia del año pasado. Nos contó durante media hora como le iba la vida en Málaga sin nosotros y sin Hungría. Añadió también que nos e chaba mucho de menos y mencionó que seguiría en Szeged terminando algún curso allí, y después le gustaría enseñar en la universidad de la ciudad. Pero todavía no sabía nada concreto.
 La noche la acabamos en la playa y  finalmente nos dirigimos a casa para reposar de las fatigas del día.

Viernes

El viernes por la mañana  viajamos a Nerja para visitar la ciudad. Nuestro viaje duró aproximadamente 50 minutos. A las 9:35 llegamos a la cueva de Nerja, que había sido descubierta por unos niños de Nerja. Participamos en una visita guiada  que nos informó  en todas salas, entre ellas para nosotros la más interesante fue la Sala de los Fantasmas. En este sala podemos encontrar una estalactita que con su altura     ( 32 metros ) está en el libro de Guinness de los récords. En las diferentes salas tuvimos oportunidad de sentarnos y ver las diferentes estalactitas . La cueva  fue un espectáculo maravilloso, desgraciadamente  las fotos na salieron bien porque no pudimos usar flash.  Después de la visita de las cuevas de Nerja dimos un paseo por la ciudad.

Fuimos a un mirador, que se llama Balcón de Europa, para que pudiéramos ver una vista impresionante del Mar Mediterráneo.  Recibimos tiempo libre para comprar regalos para nuestra familia. Visitamos numerosas tiendas, comimos helado e hicimos fotos a las casas que  estaban pintadas en blanco y decoradas con azulejos. Verdaderamente, en este día nuestro tiempo libre no fue suficiente para probarnos ropa y tampoco pudimos beber un café con  tranquilidad o dar un paseo lentamente por las estrechas calles de Nerja.
Por la tarde nos llevaron a la playa de Nerja para probar una comida típica de España, la paella que contenía mariscos como por ejemplo gambas y mejillones, además carne de conejo. Por eso la mayoría solamente comió el arroz con limón.
 Una chica española nos hizo  una salsa de aceite de oliva, de limón y de sal que pudimos comer con el pan que recibimos. Después de comer los españoles  sorprendieron a Bendzsi porque en ese día se celebró su cumple. Recibió una tarta que nos gustó mucho.
Cuando finalizamos, fuimos a la playa. La playa de Nerja es muy bonita con arena blanca y con una vista maravillosa a la ciudad. Allí pasamos unas horas inolvidables, mientras nos bañamos, nadamos, hicimos muchas fotos y tomamos el sol.
 Además a los chicos les gustaron las palas y siempre jugaban con ellas. 
Llegamos a Málaga entre las 8 y 9. Comimos en casa y después salimos a un bar.  Como los españoles no tenían  la edad para entrar en los bares y discotecas, fuimos a un lugar pequeño con música no tan buena. La mayoría se fue a las 2:30 porque ya todos estábamos muy cansados , pero nosotras nos quedamos hasta  las 4 porque todavía teníamos fuerza para bailar. En general tuvimos un día inolvidable , compramos muchos recuerdos e hicimos muchas fotos. Además solamente en ese día pudieron estar juntos todos los húngaros y españoles.

Sábado

El sábado y el domingo fueron los días que pasamos en el círculo familiar de nuestros compañeros malagueños. Esos días tuvimos la oportunidad de acercarnos un poquito más a la ,,vida cotidiana” de los españoles, es decir pasando un día con ellos llegamos a conocer mejor sus costumbres, el ambiente donde vivían y las actividades que realizaban. Yo tuve la suerte de poder participar en una excursión que relalicé con la familia que me acogía: hicimos una pequeña ruta por la provincia de Málaga cuyo destino final fue el precioso pueblo de Antequera.
Partimos a la 1 de la tarde cargados con bocadillos, barritas de choclate y por supuesto refrescos, que venían bien para el calor impresionante que hacía esos días en una de las zonas más meridionales de  Europa. Íbamos en coche y tras un viaje de media hora llegamos a la casa del campo de la familia que se situaba entre las colinas, en un pequeño pueblo llamado Casabermeja. Desde ahí había un paisaje precioso a los huertos infinitos de los olivos que rodeaban ese poblamiento rural, además podía ver las gallinas del corral de cuyos huevos me habían preparado la tortilla para mis bocatas. En esa atmósfera podía experimentar lo que verdaderamente era Andalucía con su pureza y sencillez fascinante. 
Dejando atrás Casabermeja viajamos a Antequera; primero al Parque Natural del Torcal. Al subir una montaña el paisaje cambió radicalmete y el territorio se convirtió en una zona que tenía pinta lunar.

 Me sentí como si pisara otro planeta estando rodeado por esas piedras  calizas que se apilaban en forma de ,,torre de galletas” por las que es famoso el recinto del Torcal de Anteuqera. Ese pasaje kárstico se formó debido a los agentes erosivos durante varias eras de la historia de la Tierra hasta conseguir su estado actual que sugiere una superficie extraterrestre con columnas gigantescas de piedra. Estaba agradecido por poder visitar ese sitio que pese a su riqueza natural única  queda a la sombra de la Costa del Sol y tiene poca fama incluso entre los andaluces.

Más tarde fuimos al pueblo de Antequera que con su población, aquí en Hungría,  sería  considerado una gran ciudad. Dimos una vuelta por Antequera en coche y luego fuimos a ver los dólmenes. Eran monumentos megalíticos construidos por el hombre de la Prehistoria. Poder entrar en un dolmen fue una experiencia incomparable y al ver el vídeo del centro de interpretación, que explicaba las suposiciones sobre su posible constucción con los métodos manuales del hombre primitivo, me enriquecí con un montón de conocimiento nuevo.
Para terminar el viaje fuimos a Archidona, otro pequeño pueblo, para tomar unos refrescos por la tarde en un restaurante excavado en una cueva cerca de la plaza mayor. 
Por la noche, lleno de anécdotas me uní de nuevo a los compañeros húngaros, fuimos de fiesta y continuamos disfrutando del intercambio.

Domingo

El grupo no empezó el día muy temprano porque la noche anterior fue un poquito larga por eso nos levantamos a las 11 o más tarde. Para este día no tuvimos programas organizados así que pasamos nuestro tiempo libre en la playa del Palo. Yo empecé la mañana con Paula, Nidia y Szelényi Dani y fuimos los primeros en la playa porque los otros del grupo todavía dormían.
 Fuimos a la misma playa que los días previos y esperamos tomando el sol. Cuando los chicos llegaron los españoles dijeron que fuéramos a  otra playa de Málaga. Allí había mucha gente porque era domingo, los restaurantes estaban llenos de gente e hizo mucho calor. El aire “vibraba” por encima de la arena y el mar estaba caliente también. Todo el mundo trajo toallas, sombrillas, bocadillos y muchas botellas de agua consigo. Clavamos las sombrillas, nos acostamos en la arena y tomamos el sol. Necesitamos mucha  crema de protección solar porque no nos queríamos quemar. Cada uno hacía cosas diferentes,  bañarnos en el mar, recoger conchas y piedras, tomar el sol o jugar a “beach ball”. Algunas personas fueron al centro para comer algo pero la mayor parte del grupo se quedó en la playa. Todo el día comimos bocadillos que no eran iguales como en Hungría porque contenían queso, jamón serrano, tomate y aceite de oliva.
 Así pasamos más o menos todo el día en la playa del Palo y a las 8 de la noche fuimos a casa para  preparar  la última noche en España. Cenamos en casa con la familia y a las 10  quedamos con los otros en el centro. Primero fuimos a un restaurante donde todas las tapas costaban 1 euro. Teníamos que escribir el orden en un papelito y esperar un poco. Cuando anunciaron nuestro nombre, pudimos traer las comidas. Era un restaurante de comida rápida pero creo que los bocadillos y los dulces estaban ricos. Después los que no comieron en la restaurante se reunieron con nosotros y visitamos el puerto juntos. Aquí pudimos ver barcos grandes y bonitos. Nos encontramos con nuestro ex-profesor José que vino al puerto también y pudimos hablar con él un poco.

   Sacamos muchas fotos pero no pudimos quedarnos en el centro por mucho tiempo porque el lunes nuestro avión despegó a las 10 menos cuarto y por eso tuvimos que hacer la maleta y acostarnos temprano. Creo que este día era el más fácil porque hubo sólo una tarea que fue “estar en la playa”. Según mi opinión este día fue una bonita forma de acabar la semana en Málaga.

Domingo de Betti

Voy a escribir sobre el último día del viaje,sobre el domingo. Este día fue un día con la familia, por eso mi familia que es “superamable” me llevó a Ronda. Ronda es una ciudad histórica maravillosa dentro de la provincia de Málaga. La ciudad está construida sobre una meseta rocosa,que está dividida en dos partes por el río Guadalevín.

 Por su situación las dos partes de la ciudad están relacionadas con dos puentes. El puente viejo es mucho más pequeño que el nuevo (este tampoco es tan nuevo,lo construyeron en el siglo XVIII). Nosotros solo visitamos el puente nuevo, que está en el centro de la ciudad, porque la temperatura era muy elevada: 35°C. Del puente y de los miradores que están construidos alrededor de toda la ciudad el paisaje es fascinante.(como podéis ver en las fotos) 
 Además dentro de la ciudad hay parques muy bonitos con estatuas y con palmeras, y con un árbol especial, que solo existe allí,llamado pinsapo.(Esto solo lo sé, porque el padre de mi española me lo contó.)
  Como visitamos la ciudad a mediodía primero fuimos a un restaurante típico de Andalucía, donde pude probar diferentes tipos de tapas. Mi familia quería que yo probara las comidas más típicas, por eso pidieron un montón de tapas. Para empezar nos servían pan con jamón serrano, y luego nos traían uno tras otro los platos. Comimos albóndigas,croquetas,lomo de cerdo en una salsa con patatas fritas… 
Me lo pasé muy bien con la familia,sobretodo porque Blanca (mi española), estaba llena de energía y me cantó todas las canciones de la peli Frozen.Por la tarde después de llegar a casa, con Blanca nos fuimos a la playa, donde ya nos esperaban los otros. Nos bañamos en el mar y tomamos el sol, pero en esa playa tampoco encontré ninguna concha..
Por la noche fuimos al centro de Málaga. Comimos en un lugar muy bueno con José,y luego dimos un paseo. Málaga es preciosa por la noche, porque se puede ver todos los lugares de interés alumbrados. 
En fin, la semana en Málaga fue una experiencia inolvidable para mí. No solo por los lugares maravillosos que visitamos durante el viaje,sino por las personas con las que nos encontramos. Y si mi familia lee esto, ¡quiero darles las gracias  por todo!

 Y por fin..

Lunes

Por la mañana nos despertamos pronto y con nuestra maleta hecha fuimos al instituto. Ahí nos despedimos de los españoles con unos abrazos y besos y todos sentimos el fin de nuestro intercambio inolvidable. Nos llevaron directamente al aeropuerto en coche donde Bendzsi se dio cuenta de que había perdido su móvil. Sin embargo lo encontraron y se lo devolvieron a Bendzsi y tuvimos treinta minutos en el aeropuerto para comprar otros regalos y gastar las últimas monedas. Despegó nuestro avión a las once menos diez. Durante el vuelo recibimos un bocadillo y dos veces bebida, algunos aprovecharon la posibilidad y pidieron un café pero tuvieron que tomarlo con mucho azúcar ya que era muy malo según la opinión de Bendzsi. 
Aterrizamos sobre  la una de la tarde en Viena y cogimos nuestro pequeñito autobús en el que algunos durmieron un poco a pesar de que el autobús fuera incómodo. Además de esto escuchamos y cantamos diferentes canciones. Al final  llegamos a Veszprém a las cinco y media de la tarde más o menos. Casi todos echaban de menos la playa y el calor que hizo en España cuando bajamos del autobús y estábamos a quince grados centígrados... Nuestros padres nos llevaron a casa y contamos nuestra experiencia. Fue un viaje educativo increíble para todos, ya que así tuvimos la oportunidad de practicar el español y vivir como un malagueño. Lo pasamos genial y nos enriquecimos con nuevos amigos y con algunos recuerdos inolvidables.


Los participantes del intercambio:

Csizmadia Petra
Enyedi Ticiána
Faa Eszter
Faragó Dániel
Gelencsér Zsófia
Horváth Zsófia
Kálmán Kornél
Miklós Nikolett
Németh Benedek
Pandula Bettina
Papp Nikolett
Sevinger Anna
Sötét Petra
Szelényi Dániel
Wrhovina Péter

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