lunes, 8 de diciembre de 2014

Verano 2014: "El Camino de Santiago: de Ponferrada a Arzúa" (escrito por Wrhovina Péter)

Hoy seguimos con las "andanzas" de Péter en España. Concretamente, conoceremos como fueron las primeras etapas del camino de Santiago...

Llegué a Madrid en avión el 17 de junio donde me quedé con mis amigos de la Ruta Quetzal de 2013 con quienes iba a hacer el Camino de Santiago. Me hizo muchísima ilusión verles después de un año; incluso vino el monitor de mi grupo para vernos un rato. 


El día siguiente nos dirigimos en bus de Madrid a Ponferrada donde nos unimos con la otra gente que había venido de otras partes de España o de países extranjeros. Éramos aproximadamente cien, mayoritariamente ruteros de 2013, españoles pero incluso había gente de otros años y de otros países americanos y europeos. El día siguiente por la mañana nos pusimos en marcha...

  1. Ponferrada – Villafranca del Bierzo (24,1 km)
La primera etapa servía para conocer lo que verdaderamente es el Camino de Santiago. Al lado de los senderos y calles está bien indicado con flechas amarillas la dirección de Santiago de Compostela, aunque a pesar de esta ayuda hubo grupos de gente que consiguieron perderse e ir  dirección a Lisboa. Ya el primer día tuvimos que enfrentarnos  al clima lluvioso del norte de España, que nos dificultaba el avance. Pero íbamos con ganas; todavía...

  1. Villafranca del Bierzo – O Cebeiro (28,4 km)
Tras un día de descanso que pasamos en el festival hippie Fiestizaje de Villafranca, nos arrancamos a hacer la etapa considerada más dura del camino francés: la subida a O Cebreiro, Galicia. El camino iba al lado de la carretera, entrando en pequeños pueblos leoneses y luego se dirigió hacía la cima de un monte cuya pendiente nos dio la bienvenida a la Comunidad de Galicia, provincia de Lugo. La altura que habíamos subido considerable pero las vistas merecían definitivamente la pena.


  1. O Cebreiro – Triacastela (21,3 km)
La bajada de O Cebreiro fue mucho más ligera que la subida. El tiempo también se puso adecuado para hacer la caminata. El paisaje gallego nos apasionaba a todos, menos la gente que en la tienda no quería comprender el castellano. Según las piedras laterales (llamados mojones) indicaban, aún nos quedaba bastante para Santaigo.
Era común que los peregrinos anduviesen con bastón, apoyando sus pasos, pero también había varios amigos míos que preferían hacer autoestop para facilitar más la caminata. Gente lesionada, los que sufrían por ampollas y algunos más, optaron por la solución intermedia, es decir, llevar las mochilas en taxi y andar ligeramente. Yo al final estuve orgulloso de haberlo hecho todo andando cargado con la mochila.

  1. Traicastela – Sarria (18,3 km)
A parte de las flechas amarillas, la vieira de Santiago, la concha de un particular molusco, también es símbolo del camino. Aparece frecuentemente al lado de los senderos, en las paredes de casas e iglesias y por supuesto en los sellos que poníamos a nuestros credenciales. Tuvimos que sellar por lo menos 2 veces cada día para que nos entregaran el certificado llamado Compostelana en Santiago, escrito en latín, que certificaría que habíamos realizado de verdad la peregrinación.

  1. Sarria – Portomarín (22,4 km)

¡100 kilómetros hasta Santiago! En esa  etapa en la que me encontré con peregrinos húngaros de Budapest que venían desde Francia andando. Me hizo mucha ilusión tenerles allí. La gente hace el Camino de Santiago por varios motivos; no todos son peregrinos creyentes. También hay personas que lo realizan por motivos deportivos o aventureos. Yo sentía un poco de todo, incluso me motivaban los compañeros y las razones culturales a parte de la religión y el desafío. El destino de esta caminata era el pueblo de Portomarín, situado a la orilla del río Miño.

  1. Portomarín – Palas de Rei (25 km)
Cuando sale España en los folletos turísticos la parte del norte apenas aparece. Sin embargo esto no debería ser así, ya que esta zona tiene su propio encanto que le fascina y sorprende a cada forastero que atraviesa esta tierra. El paisaje es totalmente rural, con ganado bovino y pollos por todas partes; aprendí que era un hórreo, que significaba ”oler a Galicia” y conocí a la gente local que ,,fala galego”. Lo decepcionante era notar que la zona ya está en vías de convertirse en un destino turístico que se aprovecha de los consumidores y turistas aunque en este caso ellos sean peregrinos austeros.

  1. Palas de Rei – Arzúa (28,8 km)
La etapa que iba a Arzúa fue una etapa mortal, puesto que nos esperaban casi 30 kilómetros de cuestas y bajadas para recorrer en un día y llegar a la provincia de A Coruña. Como éramos un grupo de aproximadamente cien personas era imposible que hiciésemos las caminatas todos juntos. Por las mañanas salíamos según como nos habíamos levantado (a veces con linterna a las 5 y media) y por las tardes llegábamos en grupillos fracturados o en pares según como habíamos organizado nuestras paradas, comidas y siestas.


Al encanto de Galicia también le pertenece una gastronomía típica. Yo en Melide probé unos trocitos del pulpo gallego, en Santaigo un plato del caldo gallego y para postre: tarta de Santiago. Las bebídas tampoco podían faltar: las sidra es típica de todo el norte de España, pero la Estrella Galicia sin duda es de los gallegos; pero debo añadir que los peregrinos solo cogen agua de las fuentes por el camino y rellenan sus cantimploras que según la tradición antes era sustituída por una calabaza la cual sigue siendo aún ahora símbolo de los peregrinos.


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